Ya fui a la escuelita ye-ye. Me dio horrores de flojera, pero era justo y necesario que comenzaran las clases, además, me da gusto ver a todo el mundo otra vez, como Di, la Yoyo, Erik, Mari, hasta a la More y su desesperación. Lo que me carga es que mi pelo de repente decidió que no se quería acomodar, y llegué a la escuela con la cabeza esponjada
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